Hoy mi amor esta triste, lo sé, aunque lo oculte.
La tristeza se ha instalado en su lagrimal, oscura y firme, y de allí no la puede sacar.
Voy a teñir tus parpados con una legión de besos tan suaves pero poderosos
que deberás abrirlos y mirar. Mirar la vida que te llama y dice
Anda!
Tejeré un hilo invisible y luminoso que te cobije, será tan
perfecto, tan sutil, tan suave; pero a la vez resistente, que de él podrás jalar tan fuerte como lo necesites.
La manta más protectora donde nadie, ni nada podrá hacerte
daño.
Mis manos pequeñas te sostendrán y mis dedos delgados entre
tus cabellos harán un fanal de sueños, uno más bonito que otro al llegar la
noche.
De a poco y lentamente despertaras y volverás a ver el sol exclusivo guiñando un ojo para ti
desde la ventana.
Sabrás que todo va y vuelve,
que nada no es nada y el todo
no lo es. Que lo malo se va, y cuando menos lo esperas le verás despedirse.
Al depositar tu cuerpo cansado de luchar, entre mis brazos sabrás que Pasará.
En cada rincón de tu cuerpo tatuaré una constelación de estrellas.
Todo lo negro recobrará azul turquesa.
Y cuando menos quieras recordarte, te diré: Vuelves a
empezar
Y lo harás!
Porque nos seguiremos contra el tiempo y los problemas.
Que los obstáculos nos unen y nos llevan a amarnos con el
alma.
En la posibilidad de lo imposible.
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