Me pregunto si ella me ha visto llorar y reír con tu presencia durmiendo eternamente en mis ojos, justo en la parte donde el iris se confunde con la redondez de tu ausencia y cree ser la Nada algunas veces, y otras olvido.
Las noches que te llamo y construyo un cordón de besos que me permita llegar donde estés.
Si acaso, quiera Dios, la estas contemplando como yo en este momento, el momento será uno y podremos unirnos como siempre deseamos.
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