Hombre

No eres poeta hombre diáfano, no me puedes dedicar los mejores versos, solo sabes decir Te amo.

Sencillo y simple, frontal como el viento

Cada vez que lo dices las hojas crujientes de tu piel tiemblan y hacen eco cubiertos de campos.

Tus ojos se convierten extrañados, posesos y leo en su humedad incontenible, sincera.

Tu mejor poema

Entonces tu boca declara la huelga 

y con una pancarta sale ancha por las calles de tus miedos, gritando lo mismo:

Y recorres kilómetros solo para llenarme de flores

Te quiero tanto, tanto…. y es la primera vez que siento esto dentro, pronuncias.

Y te tocas el pecho como si quisieras abrir la cortina y mostrar el sentimiento que viniendo de ti, será perpetuidad y no momento.

Y no hace falta amor, lo veo, lo siento, lo huelo, lo palpito, lo devoro, lo absorbo, lo creo.

Porque vienes sin máscara, porque te presentas al alba, desnudo e indefenso. 

Porque no tienes armas de letras envolventes que supiste dedicar a otras. 

Secretos de amores. 

Frases veladas, 
condimentadas para enamorar.

Ni estrategia alguna.

Porque eres ricamente pobre, 

porque solo tienes estas dos palabras.

Y te gustan mis versos, y confiesas no entiendo bien, pero que bonito hablas,

no sé decirlo, pero me llega al alma.

Y mis letras te escuchan, se hacen plumas 
te tocan 
y se purifican, 

claudicando arrodilladas al adentro puro que llevas por alma.

Y me transformo en pájaro, en tu mejor verso.

No eres poeta, te disculpas y no sabes… si tú supieras

Si yo pudiera abrir la cortina, 
si pudieras ver, que me quiebro dócil, tibia, sin hacer ruido.

Simple y sencilla

Vencida, a tu pureza.

Mi hombre diáfano.